Mientras mantenga una adecuada introducción de los alimentos (papillas, etc) en la dieta de la niña, el cambio podría justificarse por las razones económicas sin causarle perjuicio. Recuerde que puede complementar con lactancia materna hasta los 2 años de edad.
Esté atenta de los controles de crecimiento y desarrollo para detectar alteraciones de forma precoz en el menor.