Cuando existen fracturas o luxaciones de los huesos y articulaciones, además de los tendones y ligamentos pueden dañarse pequeños nervios y vasos sanguíneos que pasan cerca del lugar afectado ocasionando que el dolor se perpetúe.
Adicionalmente dependiendo del grado de la lesión los tejidos tardan más o menos para sanar. La terapia y los analgésicos suaves son de ayuda durante esta etapa.