Las pruebas de embarazo miden la cantidad de una hormona en la orina o en la sangre. Las de orina suelen tener una exactitud de 97 a 99%, la gran diferencia es que las de sangre pueden identificar la hormona mucho más temprano que las de orina, que suelen dar positivas a la segunda semana del embarazo.
También hay factores como la técnica de uso, la fecha de vencimiento de la prueba o la toma de algunos medicamentos que pueden interferir para generar falsos positivos. Incluso alteraciones hormonales, algunas enfermedades como las trofoblásticas y algunos cánceres podrían alterar la hormona. Son múltiples las causas.
En su caso y como mencionó la mejor forma de resolver la duda es por medio de la ecografía, en la cual se descarta completamente un embarazo si hay ausencia de saco embrionario.