Se recomienda ponerlos después de los 18 años que es la edad donde se alcanza la pubertad en las mujeres y se define el tamaño adulto de sus senos. El tejido mamario que la mujer tiene no se remueve. En ningún momento se disminuye su riesgo de cáncer mamario con un implante y este no interfiere con las funciones de lactancia.
Ningún tejido de la mujer se retira con la postura de implante y por ello sigue funcionando de la misma manera.