Los "purgantes" son sustancias utilizadas con el objetivo de eliminar los parásitos intestinales. Según las costumbres existen diferentes métodos, médicamente se utilizan medicamentos antiparasitarios como por ejemplo el albendazol y metronizal, éstos son antibióticos por lo cual deben ser indicados y formulados por un médico en una consulta presencial. Si una persona no presenta síntomas no es necesaria la toma de antiparasitarios. La automedicación y el uso indiscriminado de antibióticos es peligroso y puede generar resistencia de los microorganismos. Los "purgantes caseros" pueden ser peligrosos, generar diarrea y deshidratación.