El sueño es un proceso natural necesario para recuperar las energías y repararse. Existen múltiples factores que intervienen en la sensación de sueño como por ejemplo: la hora de día, la cantidad de luz del sol, la lluvia, el frío. Un factor claramente determinado es la alimentación, generalmente después de una comida copiosa (grande), una gran cantidad de sangre del cuerpo se dirige al intestino para poder digerirla, esto genera que en el cerebro el flujo sanguíneo disminuya, además de factores bioquímicos que implican cambios en el pH de la sangre que también intervienen para disminuir el estado de alerta y provocar sensación de sueño.
No se han encontrado asociaciones claras entre el consumo de pescado y el sueño.