La terapia electroconvulsiva con anestesia y relajación (TECAR), hace parte del arsenal terapéutico utilizado en psiquiatría, este tipo de métodos se reservan como opción terapéutica ante problemas de salud mental refractarios al tratamiento convencional o en aquellas personas en las que está contraindicado el uso de uno o varios fármacos específicos (por ejemplo, embarazadas con trastornos depresivos graves), su uso se hace bajo estricta supervisión medica, con la ayuda de un médico psiquiatra experto en el área acompañado de un profesional en anestesiología, ambos deben conocer la historia clínica del paciente y se debe valorar de forma integral riesgo/beneficio, los cuales deben ser comunicados a los familiares de forma especifica. su fin es ocasionar una convulsión controlada y llevar a una reorganización de los neurotransmisores cerebrales implícitos en el trastorno mental. Los efectos adversos se pueden presentar y se debe derivar al paciente a la especialidad pertinente según sea el caso, aunque son mínimos si se hace una adecuada selección de los candidatos, esto también lo determina el psiquiatra tratante.