Si bien la vasectomía es segura y altamente efectiva, los hombres deben estar al tanto de los problemas que podrían surgir luego de la cirugía y con el paso del tiempo:
1. Riesgos quirúrgicos: Luego de la cirugía, la mayoría de los hombres tienen molestias, moretones y cierta inflamación lo cual suele desaparecer en un plazo de 2 semanas. Los problemas que pueden surgir luego de la cirugía y que debe controlar un médico incluyen: hematoma, sangrado bajo la piel -que puede provocar una inflamación dolorosa-, infección -la fiebre, el enrojecimiento y la sensibilidad en el escroto son signos de infección-.
2. Otros riesgos: El riesgo de que haya otros problemas es pequeño, pero existe. Ejemplo: aparición de una protuberancia en el escroto llamada granuloma que se forma a partir del esperma que se escapa de los conductos deferentes hacia el tejido.
3. Dolor en los testículos que no desaparece. Esto se conoce como síndrome de dolor post-vasectomía y se presenta en alrededor del 10% de los hombres.
4. Falla de la vasectomía: Existe un pequeño riesgo de que la vasectomía falle. Esto puede llevar a un embarazo no deseado. Es probable que de cada 1.000 vasectomías, 11 fallen en un plazo de 2 años. La mitad de estas fallas se dará en los primeros 3 meses posteriores a la cirugía.
5. El riesgo de que el procedimiento falle depende de diversos factores. Por ejemplo, algunas técnicas quirúrgicas son más propensas a fallar que otras.
6. Además existe un mínimo riesgo de que los 2 extremos de los conductos deferentes vuelvan a unirse. Si esto sucediera, el esperma podría volver a ingresar al semen y posibilitar un embarazo.
7. Riesgo de arrepentirse: La vasectomía puede ser una buena opción para los hombres y/o las parejas que están seguras de que no desean tener más hijos o de que no desean tener ninguno. La mayoría de los hombres que se realizan una vasectomía, así como sus cónyuges, no se arrepienten de la decisión. Los hombres que se someten a una vasectomía antes de cumplir los 30 años son el grupo con más probabilidad de desear revertir el procedimiento en el futuro.