Por lo general ese tipo de dolores, que se reproducen al tacto y pasan sin ningún tratamiento, son de origen osteomuscular y producidos por espasmos musculares, inflamación de los arcos costales y cartílagos. Sólo requieren analgésicos en los casos de dolor muy intenso. Si no mejora el dolor, es recomendable que sea valorado de forma presencial.