La orina con sangre puede ser un síntoma de una infección urinaria, la cual puede ser secundaria a las relaciones sexuales -sin que eso signifique que es una infección de transmisión sexual-.
Recuerde aumentar el consumo de líquidos, no posponer la micción y tener un aseo en el menor tiempo posible posterior a las relaciones sexuales para evitar ese tipo de síntomas.