Para controlar el dolor de oído es recomendable tomar cualquier tipo de analgésico. Para el dolor en la amígdala la hidratación es fundamental. Puede usar spray o enjuagues bucales para hacer gargarismos.
Si el dolor persiste, usted presenta fiebre o aparecen manchas blancas en las amígdalas es necesario que consulte de forma presencial ya que puede necesitar el uso de antibiótico.