La espinilla es una lesión de piel que se origina en la obstrucción del conducto de drenaje de un poro, este se tapona por secreciones o suciedad propia de las glándulas que conforman el poro de la piel y que se encuentran por contaminación ambiental, por ejemplo. En ocasiones la obstrucción la causan otras sustancias externas. Son lesiones pequeñas, por lo general no presentan inflamación (no están rojas) pero si la obstrucción dura mucho tiempo sí pueden llegar a inflamarse y más si se manipulan con los dedos de las manos. Se puede saber si es o no una espinilla viéndola directamente.
La duración es variable. La espinilla se involuciona o mejora cuando el conducto se destapa y puede drenar su contenido. El mejor consejo es no la manipulación y mantenerla un aseo adecuado de la cara a diario para ver si logra destaparla y que remita.