Las hepatitis se pueden producir por varias causas, entre ellas las infecciones por los virus de hepatitis (A, B, C, D y E). La hepatitis A y la E son causadas generalmente por la ingestión de agua o alimentos contaminados. Las hepatitis B, C y D se producen de ordinario por el contacto con humores corporales infectados. Cada tipo hepatitis viral tiene un comportamiento biológico propio, es decir maneja unos tiempos promedios entre el contagio e infección por el virus y la aparición de los primeros síntomas.
Al comienzo, una hepatitis viral se puede confundir con una gripe por ejemplo y luego con el paso de los días se va manifestando más como hepatitis propiamente dicha que como gripe. Hablando en específico de las hepatitis B y C los primeros síntomas se pueden empezar a presentar hasta 1 a 6 meses después de contagiado e infectado o incluso no puede presentar nada y ser contagiante para otras personas y los síntomas pueden ser: falta de apetito, fatiga, fiebre baja, dolores musculares y articulares, náuseas y vómitos, piel amarilla y orina turbia.