Mientras la persona sea seropositiva es contagiante, independientemente de que esté bajo tratamiento. El tratamiento lo que hace es controlar que el virus no lleve a la persona a un estado de SIDA, pero es contagiante. Se puede hacer una prueba de cuarta generación para detección de virus luego de 15 o 30 días después de la relación sexual sospechosa para ver qué resultado arroja, se puede repetir 30 o 60 días después de la primera prueba.