El estrés, el cansancio y el agotamiento físico tienen repercusiones negativas en el deseo sexual y en la erección. Si la pareja no logra controlar ese tipo de factores, la vida sexual se va a ver disminuida y afectada. Es recomendable que se tenga una dieta rica en frutas, verduras, se evite el sedentarismo, ya que por medio de la actividad física se puede canalizar el estrés. Si no hay mejoría con lo anterior, es recomendable una valoración presencial con el urólogo.