El tacto vaginal forma parte de un examen ginecológico de rutina y de exploración abomino pélvica cuando es necesario hacerlo, depende de qué se sienta o qué molestias se presenten), en el caso de infecciones de la cavidad vaginal, el ginecólogo puede introducir un dedo o un sopo en la cavidad vaginal para tomar una pequeña muestra de secreciones y hacer pruebas como agregarle gotas de KOH y percibir el olor que emana de la secreción después de esto, así se puede sospechar de una forma rápida si hay o no infecciones, además de otras cosas como los síntomas que se le refieren al momento de la consulta. En ocasiones no se hace, depende de cada profesional, sólo le manda a hacer un examen de frotis y que se le lleve el reporte del laboratorio. En la mayoría de los casos sólo los síntomas ya hacen sospechar al médico que se tenga o no una infección.