Las vacunas, como cualquier medicamento, pueden causar una reacción seria. Pero el riesgo de que una vacuna cause un daño serio, o la muerte, es sumamente bajo. La vacuna contra la fiebre Amarilla se ha asociado a fiebre y a dolor, malestar, enrojecimiento o hinchazón en el lugar donde se aplicó la vacuna. Estos problemas ocurren en hasta 1 persona de cada 4. Por lo general empiezan poco después de la aplicación de la vacuna y pueden durar hasta una semana. Lo que puede suceder es que este tipo de molestias sean mas difíciles de tolerar si se asocia a las molestias propias de una resaca.