Lo primero que se debe hacer es evitar la manipulación constante de la piel de la cara, evitar el contacto directo con el sol, utilizar bloqueadores solares en gel. Es recomendable que se acuda a una valoración presencial con el dermatólogo o un médico especialista en medicina estética para poder realizar una limpieza facial adecuada y dar recomendaciones según el tipo de cutis que se tenga.