Los niveles de glucosa deben estar en nivel óptimo para evitar complicaciones a futuro. Los niveles de glucosa en ayunas deben estar por debajo de 100 idealmente y por debajo de 140 después de un carga de glucosa. Si están por encima de 126 en ayunas o por encima de 200 después de la alimentación ya se cataloga como Diabético. Consultar al médico para evaluar los valores.