El tratamiento depende de la estructura ocular afectada. Si sólo están afectados los párpados, se puede prescribir un ungüento antiviral o antibiótico. Si está afectado el ojo mismo, se usan gotas con antivirales tópicos varias veces por día. También puede prescribirse medicación antiviral oral como el Aciclovir para disminuir la severidad de la infección. Si están involucradas estructuras más profundas, se pueden prescribir también gotas de corticosteroides tópicos. Algunas veces la inflamación puede estar asociada a un aumento de la presión ocular (Glaucoma). Si eso ocurre, pueden ser necesarias gotas especiales para disminuir la presión del ojo. Si la infección ocular por HSV no se trata adecuadamente puede dejar cicatrices y una disminución de la visión permanente. Es por eso que el seguimiento por un oftalmólogo resulta esencial.