Lo más recomendable es que el antibiótico sea formulado por el médico tratante, previa a una valoración presencial y la confirmación de la infección bacteriana en las amígdalas, ya que el uso indiscriminado, sin indicación de antibióticos, está llevando a la generación de bacterias que son muy resistentes a los antibióticos. Si el médico confirmó la infección, lo más recomendable es que se complete un esquema de 7 días.