La retención de líquidos se puede sospechar cuando la persona aumenta de peso, se le dificulta ponerse zapatos, por ejemplo, ya que los pies se tornan hinchados, siente cansancio en las extremidades inferiores, se nota la cara redonda sin haberla tenido así antes en ningún momento, si se notan los párpados cargados, si se dificulta respirar (esto en casos mas graves o avanzados ) y si se nota que se orina muy poco a pesar de tomar mucha agua.