Principalmente se debe tener una dieta rica en frutas, verduras, evitar grasas, salsas, condimentos abundantes, comidas rápidas. Se recomiendan 5 comidas al día porcionadas y fraccionadas, comidas suaves y ligeras, realizar actividad física al menos 5 días a la semana por 30 minutos. Además, es recomendable que se inicie manejo con fibratos, los cuales deben ser formulados por el médico tratante.