Lo primero que se debe hacer es utilizar zapatos cómodos, evitar los tacones y evitar estar de pie la mayor parte del tiempo. Se deben hacer terapias locales y físicas para disminuir la inflamación de los tejidos circundantes. Se pueden usar cremas analgésicas tópicas y calor y frío local. Además, existen unas plantillas especiales para manejar el Espolón que se consiguen en cualquier farmacia o tienda donde se vendan aparatos ortopédicos.