Aunque no parezca, muchas personas que tienen tendencias hacía la muerte (pensamientos, intentos o conductas) suelen comunicarlo. Se puede evidenciar cuando la persona habla reiteradamente sobre querer acabar con su vida. Desde ese momento, será importante prestar atención a cualquier otro tipo de señales.Se puede evidenciar también, alteraciones emocionales graves. Desesperanza, agitación o extrema violencia. Conducta poco comunicativa. Y, aislamiento social.
Respecto a lo que se puede hacer, se dejan algunas sugerencias:
- Lo primero, acercarse y NO JUZGAR. No diga cosas como “pero tú lo tienes todo”, “no tienes por qué estar triste” o “piensa positivo y verás que todo mejorará”, porque en definitiva no es tan sencillo.
- Evite las comparaciones como: “hay gente que tiene una vida mucho más difícil y está bien, tú deberías estar agradecido” o “tú tienes muchas cosas buenas, no debes sentirte triste”. Cuando usamos este tipo de comparaciones, lo único que logramos es, por un lado, invalidar el sentimiento de la persona, sugiriendo inconscientemente que su sentir es igual al de otras personas, cuando en realidad no es así.
- Es importante comprender que cada persona maneja sus propios tiempos. Por ende, será importante ir al ritmo de la persona afectada. Por su parte, hacerle saber a la persona que la apoya y que está ahí para escucharla, será el factor determinante, para reducir el dolor o el malestar que tiene.
- Permítale hablar. Escuche atentamente; a veces todo lo que se necesita es hablar. Luego, si él o ella pide una opinión, puede dársela, de lo contrario, limite al máximo sus opiniones.
- En caso de que la persona se sienta muy mal puede ayudarle impulsando a consultar con un profesional, hay personas que sienten miedo de consultar, pero muchas veces lo mejor que se puede hacer es hablar con un experto.
- Evitar los mensajes que promuevan el estigma alrededor de la salud mental como: “eso es de locos” o “solo los locos van al psicólogo”, aunque no parezca, promueven un estigma hacia la salud mental, y no solo eso, sino que se le quita la posibilidad de que la persona asista a consulta, limitando su intención y generando desconfianza, solo porque “ir al psicólogo, es de locos”.
- Hable y pregunte directamente sobre las ideas que tiene sobre el suicidio. Pregunte ¿cómo, cuándo, dónde, cómo y por qué lo ha pensado?. Hablar de suicidio no atrae más suicidio.
Espero que esta información haya sido de ayuda para ti