El cuerpo humano está compuesto en un 55 a 60 % de agua, por lo cual la ingesta de éste líquido en proporciones recomendadas permiten al cuerpo tener un buen funcionamiento.
El consumir agua durante el día permite: adecuado estado de hidratación para un buen funcionamiento celular, buen funcionamiento de los riñones, eliminación de toxinas, buen sustrato para las articulaciones y músculos, y buen funcionamiento del tracto digestivo para un adecuado metabolismo.