Es necesario realizar un control de la función de la tiroides para determinar si se requiere o no modificar el tratamiento que se está recibiendo. Si no se está recibiendo tratamiento se debe acudir a una valoración para recibirlo. Es importante evaluar cómo están los hábitos alimenticios, el patrón de sueño y el control del estrés, ya que eso puede afectar en el rendimiento general.