Es importante observar si, además de estar roja la zona de inserción del piercing, hay presencia de calor, es decir, si al tocarse se siente caliente esa zona, si hay presencia de secreción purulenta de color amarillo o blanco y mal olor; si se cumplen estas condiciones lo más probable es que se encuentre infectado por lo cual se debe retirar el piercing e iniciar manejo con antibióticos.