Lo más recomendable es que, primero que todo, se controle la fiebre con medicamentos antipiréticos como el Paracetamol (Acetaminofén). Si no se controla la fiebre con medicamento y medios físicos como baño con agua tibia, es necesario acudir al médico tratante para que se descarte una infección bacteriana. Antes de eso no es adecuado dar antibióticos ya que su uso indiscriminado, es decir, sin formulación o indicación, puede generar resistencia antibiótica y más adelante volver el cuerpo del niño inmune a los antibióticos.