Para poder dar una guía adecuada, se debe realizar una valoración presencial para establecer el estado anímico, los miedos, las actitudes frente a las relaciones o contactos íntimos, intentar descubrir el por qué no se han podido tener relaciones sexuales, entre otras. Por lo tanto, se recomienda que se consulte al médico general tratante, se acuda a especialistas en sexología o a psicología.