La cirugía consiste en cerrar los defectos para evitar que el intestino se meta por ellos. Generalmente, el intestino no se toca a menos de que este haya sido afectado. El tiempo de recuperación es variable pero está alrededor de 1 semana para que se pueda volver a las actividades regulares y de 4 a 8 semanas para que se puedan levantar objetos y realizar esfuerzos.