Los antibióticos no se pueden administrar sin indicación medica y mucho menos en el caso de un paciente pediátrico. La única recomendación es que se consulte inmediatamente al servicio de urgencias. La fiebre en un niño no es normal y significa la manifestación de un foco infeccioso. Se deben hacer exámenes y determinar el origen ya que el antibiótico varía según el lugar del cuerpo.