La Paroxetina, como cualquier otro medicamento, puede tener efectos secundarios. Informe a su médico si cualquiera de estos síntomas es grave o no desaparece: dolor de cabeza, mareos, debilidad, dificultad para concentrarse, nerviosismo, mala memoria, confusión, somnolencia o sensación de estar ''drogado'', náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento, flatulencia, dolor de estómago, acidez, cambio en la capacidad para saborear los alimentos, disminución del apetito, pérdida o aumento de peso,
cambios en el deseo o capacidad sexual, boca seca, sudoración, bostezos,
sensibilidad a la luz, bultos o estrechez en la garganta, dolor de espalda, músculos, huesos o en cualquier parte del cuerpo, sensibilidad o inflamación de las articulaciones, debilidad o tensión muscular, rubor, dolor de dientes y encías, sueños inusuales.