El tratamiento requiere una evaluación inicial en donde se define el tipo de EP que sufre y que tan avanzado está, así nuestro médico puede saber con precisión qué requiere como tratamiento. Nuestro enfoque terapéutico suele incluir 3 pilares: 1. Manejo médico donde se descartan enfermedades de base que puedan causar o empeorar la EP. 2. Manejo farmacológico: Suele ser necesario utilizar medicamentos ajustados a tu medida para desensibilizar los receptores cerebrales de la eyaculación, y prolongar el tiempo de latencia intravaginal TLIV. 3. Manejo Psicológico: con este se busca cambiar malos hábitos sexuales y enseñar técnicas para mejorar el desempeño personal y como pareja cuando asisten los dos. Es importante aclarar que cuando esto no se trata suele empeorar causando consecuencias para la persona que lo sufre y para su pareja.
La eyaculación precoz, prematura o incontrolada, está definida como la incapacidad de reconocer y controlar el grado de excitación sexual a tal punto que con un mínimo estímulo incluso antes de la penetración lleve a la eyaculación, puede o no ir acompañada de un orgasmo. Este tiempo es más corto de lo deseado por la persona que padece E.P y su pareja (suele ser menor a 1 minuto), esta situación genera frustración y afecta la confianza, inclusos puede llevar a afectar la autoestima y la capacidad para conseguir y/o mantener una pareja estable.
Esta patología se pueda tratar, y se debe hacer antes de que empeore llegando a producir disfunción eréctil reactiva, pérdida de la sensación de orgasmo, peleas con la pareja e incluso separación.