Los deportistas de alto rendimiento, como sucede con los futbolistas por ejemplo, suelen desarrollar cardiopatías con mayor frecuencia irónicamente por la intensidad con la que practican el deporte que ejercen. De ahí que se observen con cierta frecuencia casos de muerte súbita por cardiopatías en jugadores que caen en medio de las canchas durante un encuentro.
Los deportistas de alto rendimiento suelen causar que su corazón lata con menos frecuencia pero a costa de hacerlo con más fuerza y es esta fuerza del miocardio al bombear la sangre la que hace que se produzcan cardiomegalias.