Por la fiebre pudo haber tenido un episodio gripal o una infección gastrointestinal. La sangre puede presentarse secundaria a dicha infección o puede haber una lesión en el ano o recto, como por ejemplo hemorroides.
Lo más recomendable es que consulte a su médico tratante para que se haga una valoración completa, se hagan paraclínicos y se dé tratamiento.