El consumo combinado de cannabinoides y alcohol pueden ocasionar a largo plazo daños neuronales, alteraciones nerviosas, problemas de fertilidad, alteraciones en el sistema inmune y en el hígado, además de eso la baja ingesta de alimento asociado a lo anterior puede ocasionar desnutrición, gastritis, hipoglicemia, lo cual afecta también el sistema nervioso central, aumenta el riesgo de infecciones.