Se recomienda hacerse una evaluación por ortopedia, esto con el fin de ver realmente en qué condición funcional y anatómica esta la zona o la articulación afectada, partiendo de ese examen se pueden solicitar otras pruebas como electromiografías o velocidades de conducción nerviosa que permitan ver si estos aspectos están o no normales, y así tratar de encontrar la causa del dolor.