En este caso y contrario a lo que la lógica y la cultura nos dicta, es teóricamente posible, pero sumamente raro que ocurra.
Si bien, se sabe que existen múltiples microorganismos en los inodoros, estos no difieren mucho de los que se pueden encontrar en otros lugares, y de seguro, en mucha menor cantidad, que los que se encuentran en objetos como la manija de la puerta, un teléfono o una esponja de lavar platos.
Muchos de los causantes de enfermedades infecciosas no pueden sobrevivir en estas superficies, y por lo general, una persona sana, con un sistema de defensa normal, no se contagiaría en esta situación. Es de anotar que NO se han documentado enfermedades de transmisión sexual adquiridas por este medio.
Lo que sí se recomienda siempre, es un adecuado lavado de manos antes y después de ir al baño, de esta manera se evita el contagio de infecciones intestinales y otras del tracto respiratorio.