Los biopolímeros son una decisión terrible para cualquier persona que los utilice. En un promedio de dos a cinco años, por tardar, el cuerpo reacciona en contra de ellos, rechazándolos, generando heridas, deformidades impresionantes, infecciones muy severas de muy difícil manejo, y no hay nada que los pueda sacar después del cuerpo.
Equivale, sin duda alguna a implantarse un cáncer, que no se sabe cuándo va a complicar la salud ni la vida de la persona.
Consulte con cirujanos plásticos antes de tomar una decisión que perjudique su salud y su vida.