Cuando se es intervenido quirúrgicamente y más en este caso, cuando se ha extirpado un riñón, el nefrólogo y el cirujano deben mantener al paciente en controles, tanto por la cirugía en sí, como por la enfermedad de base que hizo que ese riñón fuera extirpado. Esos controles pos quirúrgicos son los que permiten identificar problemas y solucionarlos.