En general se recomienda una dieta balanceada con todos los nutrientes que la dieta puede aportar y con recomendaciones específicas para cada paciente, según la composición de los cálculos. Recomendaciones alimentarias: Aumento de la ingestión de líquidos, reducción del aporte de Oxalato (salvado de trigo, espinacas, nueces, chocolate, vitamina C), reducción de la ingestión de proteínas de origen animal (vísceras, sardinas, anchoas, piel de pollo), reducción del aporte de sodio (dieta baja en sal), aumento de la ingestión de fibra, aumento de la ingestión de verduras, siempre que exista un aporte simultáneo suficiente de calcio. El uso de refrescos instantáneos así como la gelatina, tienen en sus componentes varios elementos que pueden predisponer a la formación de cálculos. Recordar que todo en exceso trae sus repercusiones.