Lo primero y muy importante es nunca volver a permitir que eso pase. Es algo muy delicado que lleva al bebé a deshidratación y a daños irreversibles de la piel, de los ojos, entre otras cosas. En este momento hidratar la piel, darle líquidos claros como caldos, agua, jugos en agua y hacerle ver por el pediatra y/o dermatólogo.