Existen dos tipos de glaucoma, de ángulo abierto o cerrado:
- Ángulo abierto: es la forma más frecuente de glaucoma, se denomina de esta manera porque el espacio entre el iris (la parte de color del ojo) y la córnea (el recubrimiento transparente sobre el iris) es normal. Es provocado por la obstrucción lenta de los canales de drenaje (del humor acuoso, que es un líquido que circula en los ojos para nutrirlo), lo cual produce un aumento de la presión ocular. Se desarrolla lentamente y los daños son progresivos sin que el paciente se de cuenta.
- Ángulo cerrado: es lo contrario, el espacio entre el iris y la córnea es más pequeño de lo que debería ser lo que aumenta la presión dentro del ojo de manera rápida y el paciente manifiesta con dolor intenso, disminución de la agudeza visual, visión de halos alrededor de las luces, enrojecimiento del ojo, dilatación de la pupila, náuseas y vómitos.
Debe saber que el glaucoma es una enfermedad donde existe un daño en el sistema de drenaje del humor acuoso, que con el pasar del tiempo puede llegar a un daño en el nervio óptico, generando así cambios en la agudeza visual de quien lo padece.
Si usted presenta síntomas como los mencionados anteriormente, debe acudir de manera rápida al servicio de urgencias para recibir el manejo adecuado.