Cuando se consume alcohol en exceso, el cuerpo presenta un apagón general (por decirlo de alguna forma) en donde se pierde la conciencia, el tono muscular, el equilibrio y se relajan esfínteres por pérdida de tono de los mismos. No se considera incontinencia si solo ocurre secundario a la toma de alcohol, sólo si ocurre en otros momentos. Es importante que se consulte al médico tratante para que se haga una valoración completa.