El pulso al igual que la tensión arterial, cambia en el curso del día, de la noche, mientras se trabaja, se estudia, se duerme, se hace deporte. Si se está en meditación, tranquilo y relajado se puede tener un pulso de 40 a 60 por minuto, si se está haciendo ejercicio, se tiene el estrés muy grande, puede subir a 120 por minuto. Conclusión: No es fijo y depende de la actividad que se desarrolle.