Para establecer a qué corresponden los dolores, hay que ver el paciente, revisarlo, interrogarlo, examinarlo, saber qué antecedentes tiene, qué ocurrió antes de que se presentaran los síntomas, a qué se asocian y si es el caso, ayudarnos con exámenes de laboratorio. Así no más, es imposible poder acercarnos a un diagnóstico. Consultar con el médico general.