Las fórmulas lácteas (algunas de sus marcas comerciales) vienen con indicadores de etapa o edad, esto hace que su composición varíe en ciertas cantidades de sus elementos de acuerdo a la edad del niño que la recibe, si el niño está cumpliendo los criterios de dicha etapa, se puede hacer el cambio sin ningún problema, pero tener en cuenta que sea la fórmula del mismo laboratorio productor (misma marca comercial) ya que el cambio de una a otra puede traer alteraciones digestivas transitorias, si bien son pocos los casos que se producen por ello. Se debe tener eso en cuenta.