Cuando existen episodios por eventos externos que generan una respuesta ansiosa por el organismo, se puede ocasionar Cefalea, dolor en el pecho, náuseas, vómito, pérdida de la conciencia. Se debe controlar el episodio, respirar profundo, si esto es frecuente se deberá consultar al médico para determinar si se requiere algún tratamiento farmacológico.