Si el mioma no produce sangrados, inicialmente no es necesario pensar en tratamiento quirúrgico, sin embargo hay otros factores como la localización, la presencia de sangrados que no se controlan, el crecimiento rápido y el dolor que puede hacer necesario operar. Un tratamiento solo puede ser el seguimiento, en ocasiones es necesario recibir tratamiento hormonal, por lo cual es necesario que se acuda al ginecólogo y estar en controles periódicos con el médico tratante.